Hace pocas horas que he finalizado mi 22º libro, titulado "La Tregua", de 220 páginas y escrito por el reconocido novelista uruguayo Mario Benedetti. Al finalizarlo me convencí aún más de su enorme parecido con "El Túnel" del fallecido Ernesto Sábato, que a pesar de presentar una historia totalmente diferente a "La Tregua", tienen en sus páginas el mismo tinte fatalista, deprimente y sin esperanza alguna, característica principal de mencionados escritores.
Martín Salomé, es el personaje que personifica estas características y en algunos momentos, es uno de esos personajes que te dan genuina lástima, es uno de esos personajes que tu desearías tengan un final feliz, un final dichoso. En la mitad de esta novela, eso parece ocurrir, pues Salomé vuelve a enamorarse como un joven perdido. Aparece en su vida la tranquila e introvertida Laura Avellanada quién vuelve hacerle creer que ese regalo llamado "vida" tiene sus cosas hermosas y bellas.
A pesar de la gran diferencia de edad que los dos personajes centrales tienen, del entorno en que se desarrolla su relación, de la desaprobación de dos de los hijos de el protagonista, de la pronta jubilación de Salomé, de sus problemas existenciales y de la aparición de Isabel, recuerdo de la esposa difunta de Martín, quién cobra fuerza en la novela, esta relación es de envidiar. Y lo digo, porque existe ese temor miedo y desconfianza de lo ocurrirá en el futuro; pero que; sin embargo, no empaña la felicidad que estos dos seres humanos, que fortuitamente se conocieron un día, están decididos a experimentar.
Ella lo comprende, lo cuida y quizás lo consuela de lo que le ha tocado y le tocará vivir. Él la ama, la respeta, la cela y la protege. Es un cariño puro que el lector observa desarrollarse plenamente. Es una sana relación de la que he sido testigo y es una de las pocas historias ficticias y románticas de las cuáles me he sentido interesada en seguir; de las cuáles he tenido deseos de alentar y observar; pues uno desea que continúe exitosamente, uno desea que esa pareja aunque no sea real, tenga un final pleno, dichoso y feliz.
Escena de la película; "La Tregua"
Sin embargo; cuando uno esta en la cumbre del libro, cuando los personajes de esta novela, sin intención alguna te obligan a esbozar una tenue sonrisa en el rostro, se te olvida de que el escritor Mario Benedetti, es un autor que impregna en sus novelas el fatalismo, el drama o la tragedia, e inesperadamente, como un baldazo de agua fría, te llega la desilución de ver como la relación adopta un tinte trágico y mortorio. Esta demás decir que uno de estos personajes fallece, no pienso decirles cuál es, pues arruinaría la historia.
El libro es mágico, es un diario personal, escrito con una indudable pasión inmesurable. Se ha realizado una película basada en la historia, que esta semana buscaré, observaré y después comentaré. Pero no quiero finalizar esta nota sin seguir afirmando que Ernesto Sábato no tiene nada que envidiarle a Mario Benedetti. No soy una crítica literaria experta, no tengo quizás el derecho de aseverar tal cosa, pues no he leído todo el repertorio de estos dos escritores. Sin embargo; no me cansaré de compararlos, pues a pesar de presentar elementos trágicos en sus novelas, tienen en común, el habernos legado, por lo menos a mi parecer, libros de gran calibre y valía literaria. Ojala existieran más ejemplares de tal nivel, de tal grandeza...
1 comentario:
Ya te sigoo!!!!! Me sigues porfiiii????? Mi blog se llama:
www.elmundodelosescritores.blogspot.com
Gracias , Lectora.
Publicar un comentario