jueves, 17 de febrero de 2011

VALORIZACIÓN PERSONAL

Día Cuarenta y Ocho. Finalmente queridos amigos terminé de leer la última hoja de el libro que inmortalizó a el Francés Gustave Flaubert y que es considerado como uno de los clásicos de nuestra Literatura Universal.

"Madame Bovary" es un libro de 403 páginas que cumple con las expectativas y que esta a la altura de un título de dicha magnitud. Sin embargo, aún creo que la novela ha sido sobrevalorada y que deben existir otros ejempleres de mayor magnificencia. Ser catalogado como uno de los mejores en su género no es asunto sencillo, ni que se da de la noche a la mañana. Es un proceso.

Emma, musa de Gustave Flaubert, conocida como Madame Bovary

Una novela  debe cumplir con ciertos requisitos para recibir este reconocimiento y a pesar de no conocer cuáles son éstos, voy a confesarles que leer este drama humano me dió la sensación de que me encuentro frente a una obra maestra digna de ser leída en colegios y dramatizada en obras teatrales de ambiciosos presupuestos.

Me encanta leer y este libro ha logrado que ese placer de sentarse a introducirse en una historia ficticia valga la pena y anime a uno de continuar explorando este magnífico mundo. Ahora bien, les he contado sobre mis impresiones finales más no sobre su contenido.

La historia gira en torno de una insatisfecha mujer llamada Emma durante la época burguesa de el siglo XIX, es esposa de un reconocido médico llamado Charles que cansada de vivir en  una rutina y según ella desdichada  vida se convierte en una adúltera, al punto de inclusive caer en la prostitución.


Emma es una mujer cuya mayor pecado es amar a la grandeza. Cree que su esposo es un mediocre destinado a la conformidad y a el sedentarismo. Se encuentra tan enceguecida de ambición y poder (caracterísitca típica de las mujeres en esa época) que no visualiza el enorme amor y entrega que Charles le otorga diariamente. Y si nos ponemos a pensar cuidadosamente, Emma es un personaje que se encuentra profundamente arraigado en todos nosotros.

¿Quién no desea la superación? ¿Quién no desea la felicidad? ¿Quién no desea poder o dinero? ¿Quién no desea llevar en sus espaldas una vida sin penas ni dolor? Serán pocos los que no anhelen esto. La mayoría les aseguro podrá aidentificarse con la protagonista de esta magistral obra de Gustave Flaubert. Sin embargo, Emma anhela esto en otro nivel, exagera la situación y cree que su vida tiene un tinte fatalista y pesimista en demasía.

Se cree tan desdichada que se lanza a los brazos de dos jóvenes y atractivos hombres con la ilusión de encontrar en ellos esperanza, ganas de seguir viviendo, una salida a su tristeza. A el momento de transgredir la norma moral llamada fidelidad siente que es una heroína, que ha logrado una hazaña y se identifica con las mujeres adúlteras de sus novelas.


El final es una traición a las creencias de Emma. Su suicidio simboliza el final de  una vida llena de excesos, aspiraciones y deseos incumplidos. La muerte de Emma es el mejor final que este francés pudo darle a su gran novela a mi parecer. Y cuando asimilas dicha desgracia llega la muerte por amor de el benévolo e ingenuo Charles. La historia termina con Berthe, hija de ambos, abandonada a su suerte en el cuidado de un tía leja y en el cruel escenario francés que Flaubert nos retrata y al mismo tiempo critica duramente.

Esta novela que es la máxima representación de el Realismo, movimiento de la segunda mitad de el siglo XIX es considerada por Mario Vargas Llosa en un ensayo llamado: "La orgía perpetua" como la novela que dio inicio a la Narrativa Moderna.

Ambiciosa, magistral, cautivadora, interesante e imperdible en tu estante literario. "Madame Bovary" es una  de esas novelas que critican subliminalmente a un país y sus costumbres y que al mismo tiempo nos translada a el interior de una mujer y sus demonios alojados en su corazón y mente. Una novela que te recomiendo leer y tener en tus manos. No te arrepentirás.


PUNTUACIÓN FINAL:

INFORMACIÓN ADICIONAL: "Madame Bovary" ha sido llevada a el cine en varias oportunidades y me resulta excelente que un cineasta tome la iniciativa de llevar un clásico de nuestra literatura universal a la pantalla grande. Sin embargo, no por tener esta obra de Gustave Flaubert en imágenes renuncien a la lectura y a el placer de tener esta novela en sus manos. Leer un libro nunca podrá ser comparado a verlo en el cine. Leer es otra cosa es conocer los detalles, conocer las emociones de los personajes con mayor serenidad e inclusive es entender mejor a el autor y a su mensaje. Aquí les dejo el tráiler de esta película estrenada en 1991.


Además el Premio Nobel actual, el reconocido escritor peruano Mario Vargas Llosa nos regala una narración y representación de este clásico universal en su programa radial : "Mi Novela Favorita". Disfrútenla


No hay comentarios: