domingo, 24 de abril de 2011

VALORIZACIÓN PERSONAL

Día Ciento y Tres. El día de ayer finalicé este dramático testimonio de una jovencita de 15 años que cae en manos de una de las enfermedades más tenebrosas y oscuras que existen en nuestra sociedad, el de los desórdenes alimenticos.

Les comento que mientras leía la historia de Melany, comía una barrita de chocolate con un alto porcentaje de calorías. No lo hice intencionalmente, simplemente tenía hambre. Cuando finalicé la barrita me sentí tan culpable de haber ingerido semejante amenaza a la esbeltez del cuerpo que no me reconocí e inclusive me asusté de mis pensamientos. Inmediatamente, deseaba iniciar mi rutina de ejercicios diaria para deshacerme de tanto porcentaje calórico.


Y es así precisamente como yo me sentí ayer, como se siente la protagonista de esta historia. Reflexioné y me puse en su situación, que por supuesto, representa a la de las miles de almas condenadas a deambular por este oscuro mundo y entendí  realmente como se sentían. Si yo no tengo este problema, imagínense cómo ellas se sienten, son personas que todo el día, las 24 horas de los 365 días solo tienen mente y cabeza para este tipo de situaciones. Y me sentí mal, fatal, impotente, con ganas de ayudar sin poder hacer nada a el respecto.

Cuando un libro te hace sentir de esta forma, cuando un libro te introduce lentamente y a el mismo tiempo profundamente en el subconsciente de sus personajes, es porque es un poderoso libro. Dorothy Joan Harris ha hecho un fenomenal trabajo al retratar la inseguridad y el miedo de Melany por engordar, un miedo que disfraza su temor a crecer, a madurar, a no ser aceptada.

 

Esta japonesa lo ha logrado con palabras sencillas, con no mucho ornamento o análisis como su contemporánea Ute Ehrhardt, que para quienes no lo recuerden es la compleja alemana escritora del libro que desencadenó este desafío y esta página.

Ehrahrd y Joan Harris son tan diferentes. Indudablemente me quedo con la segunda y con su testimonio desgarrador de una pobre jovencita y que lamentablemente puede ser el de cualquiera de nosotros o algún conocido.

"Melany, historia de una anoréxica" es una poderosa novela, pero que a el mismo tiempo no debe ser catalogada como excelente, o debe ser puesta en un pedestal. Voy a ser lo más imparcial posible y le adjudicaré la puntuación que creo conveniente. Les toca a ustedes juzgar por su propia cuenta si es que desean adquirir el libro.

¡Nos vemos con el 17º libro ya finalizado!

PUNTUACIÓN FINAL:


Nota: He escrito a el programa peruano "De Película" para que decidan regalarme un libro del cual me siento muy atraída. Su nombre es "Agua para Elefantes" y espero realmente poder ser su acreedora. Solo quería comentárselos:)

2 comentarios:

Lady Jane dijo...

Hola Jimee:
Perdón por estar tan perdida, pero bueno aquí estoy leyendo tus desafios.
Debe ser muy interesante esta historia, me llama mucho la atención, aunque no sea del tipo que leo, me agradan más historias románticas del tipo regencia o aventureras. Sin embargo, se debe leer de todo para conocer.

Me llamó la atención tu comentario de qué comiste mientras leías. A decir verdad, a mí me fascina el chocolate, es una tentación. Así que debió ser horrible el sentimiento de culpa que tuviste.

He estado mirando en los archivos de tu blog los libros que has leído, pero no encontré nada de mi escritora favorita, Jane Austen, de modo que te la recomiendo, en especial Orgullo y Prejuicio, el cual es mi libro favorito, una historia que una vez leída, engancha de por vida.

Besos.

Jimena Ulloa Cruz dijo...

Sí me sentí mal Jane. Quería hacer ejercicio y ya. Es que el libro es muy crudo. Melany es un personaje muy potente que te obliga a ponerte en su situación. Voy a leer Orgullo y Prejuicio, de hechoo lo tengo en mi lista, no te preocupes :) Yo pasaré por tu página para ver también que libros te gustan para incluirlos. Te agradezco mucho que sigas mis avances y espero que te encuentres bien. Saludos :)